Pere Gimferrer

BIOGRAFÍA

Barcelona, 1945

Pere Gimferrer se dio a conocer como poeta con el libro Mensaje del Tetrarca (1963), al que seguirían Arde el mar (1966, Premio Nacional de Poesía), La muerte en Beverly Hills (1968) y Extraña fruta y otros poemas (1969), libros en los que hace un despliegue de fastuosidad verbal que, tomando como punto de partida el Modernismo, reclama una poesía de sensaciones. El distanciamiento culturalista y la reflexión metapoética son también elementos constantes. Todo ello le valió el reconocimiento unánime como uno de los poetas más originales nacidos después de la Guerra Civil y que más había modificado el panorama de la poesía española contemporánea por la innovación de sus propuestas. En aquella época reivindicaba las influencias de autores vivos que conocía personalmente, como Vicente Aleixandre y Octavio Paz, así como los ejemplos leídos de Lautréamont, García Lorca y Wallace Stevens. Su escritura poética vuelve la mirada hacia el catalán en 1970 con Els miralls, al que seguirán Hora foscant (1972) y Foc cec (1973), con una poesía discursiva, metaliteraria, que ensaya enlazar el Barroco y las vanguardias, en una exploración de las tenues fronteras entre realidad real y realidad artística. De 1977 es L’espai desert, donde, siguiendo el ejemplo de T. S. Eliot, plantea un poema extenso de reflexión amorosa, sexual. Le seguirán obras como El vendaval (1989), La llum (1991), Mascarada (1996) o L’agent provocador (1998) o El diamant dins l’aigua (2001). En el año 2006 volvió a la escritura poética en castellano con Amor en vilo, al que siguieron Tornado (2008) y Rapsodia (2011). Ha recibido, además del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2000), los premios Nacional de Literatura de la Generalitat de Cataluña, Nacional de las Letras Españolas, Nacional de Poesía, Internacional Octavio Paz de Literatura y Ensayo en México y el Libertad del Centro Internacional de Paz de Sarajevo, entre otros muchos. Es miembro de la Real Academia Española.

SUS POEMAS

EL CUERNO DE CAZA
de Extraña fruta

Para quién pide el viento de esta tarde clemencia 
En los arcos de otoño qué susurra el zorzal 
Con sirenas de buques a lo lejos de la ausencia 
Oh capillas nevadas de la noche y el mal 
cetrería de oros y de bruma imperial 
bella presa halconeros un amante desnudo 
presa de luz de viento de espacio de bahías 
todo su cuerpo en llamas un puñal un escudo 
Lebrel en los pantanos qué luz de cacerías 
para mí sólo amor por mí sólo vivías. 

No es hablarnos de oídas de cuchillos y sedas 
ni proyectar historias en los cuartos oscuros 
Cuando todo se ha ido sólo tú amor me quedas 
no quiero hablar entonces de estanques ni arboledas 
sólo el amor nos hace más solemnes más puros 
En la noche de otoño no me valen conjuros 

En la glaciar tiniebla de las calles de luna 
lleva guantes de plata muerta y fosforescente 
Al acecho en la esquina ninguna voz ninguna 
me llamará mi amor dulce cuerpo presente 
Como si hubiera vuelto la niñez de repente 
oh borrosas imágenes cristal esmerilado 
densa penumbra densa silencio en los pasillos 
de puntillas andamos el viento en los visillos 
las ventanas el agua aquel cuarto cerrado 
A oscuras muy despacio no sé quién me ha besado 

Qué me han dado que todo resplandece y se esfuma 
Qué diluye los rostros en su luz misteriosa 
Los armarios se abren cae del libro una rosa 
Rueda en la playa un aro al jardín de la espuma 
Sí recuerdo mi vida Que el amor le consuma 

Estos focos que ciegos en la noche no cesan 
de recorrer palacios y ciegas galerías 
del país del amor encendidos regresan 
cuando unos labios a otros labios temblando besan 
cuando tú amor a mi lado palidecías. 

Y la muerte de blanco soltará sus jaurías

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EL CUERNO DE CAZA

CUCHILLOS EN ABRIL
de Arde el mar

Odio a los adolescentes.
Es fácil tenerles piedad.
Hay un clavel que se hiela en sus dientes
y cómo nos miran al llorar.

Pero yo voy mucho más lejos.
En su mirada un jardín distingo.
La luz escupe en los azulejos
el arpa rota del instinto.

Violentamente me acorrala
esta pasión de soledad
que los cuerpos jóvenes tala
y quema luego en un solo haz.

¿Habré de ser, pues, como éstos?
(La vida se detiene aquí)
Llamea un sauce en el silencio.
Valía la pena ser feliz.

CUCHILLOS EN ABRIL

EL AUTOR EN LOS MEDIOS

El ciclo Intersecciones recibe al poeta Pere Gimferrer

ENTREVISTA. PERE GIMFERRER. Escritor, Académico de la RAE y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

Fotografías Actos de entrega